Formatear no es la primera opción, pero en algunos casos es la mejor:
- Sistema muy lento o inestable, incluso después de limpiar y desinstalar programas.
- Infección grave por virus o malware.
- Errores constantes al iniciar o usar programas básicos.
Antes de formatear:
- Haz una copia de seguridad de todos tus archivos importantes.
- Ten a mano tus claves de licencia (Windows, Office, etc.).
- Descarga drivers para tu modelo de PC.
Formatear limpia completamente el disco donde está el sistema operativo, por eso debe hacerse con cuidado.