Un arranque lento es molesto. Aquí algunas soluciones:
- Desactiva programas innecesarios al iniciar. En el administrador de tareas (Ctrl+Shift+Esc), ve a la pestaña “Inicio”.
- Activa el inicio rápido de Windows. En las opciones de energía.
- Limpia el disco de archivos temporales y desfragmenta (si tienes HDD).
- Actualiza drivers y Windows.
- Agrega un SSD. Es la mejora más notable para la velocidad de arranque.